martes, 30 de junio de 2020

¿Quién soy? ¿Quién eres? ¿Quiénes somos? Breve texto para asamblea El Descanso


Ay, niña, yo creo que en este contexto pandémico, pero por sobre todo, profunda y dolorosamente patriarcal y con ello, saqueadoramente capitalista, y asesinamente heterosexual, se vuelve muy necesaria desarrollar o continuar desarrollando nuestra capacidad de cuestionarnos quiénes somos a propósito de dónde venimos. Quizá y solo quizá, podamos descubrir que el problema no es solo la elite explotadora, saqueadora y asesina de todo lo existente, sino que nosotrxs mismxs. Es necesario reconocer ese ego y el narcisismo del sistema mundo patriarcal colonial moderno, que se instaura en nosotrxs en la medida que crece o se mantiene nuestro deseo y necesidad de ser como ese Conquistador, Invasor y Saqueador que llegó a arrasar estas tierras, a partir del 12 de octubre de 1492.

Yo, niña, no sé si lo que había antes aquí era, como dice la gente, mejor que lo existente ahora, lo que sí sé es como me dijo mi amiga Lía, éste es tu presente y en éste, hay Patriarcado, capitalismo, heterosexualidad obligatoria, racismo, y cuánta otra cosa. En este presente me recuerdo necesitando ser como todos esos niños bien hombrecitos de mi escuela. Cuando supe que definitivamente no podría, me desprecié y me odié y odié a quienes no eran esos hombrecitos que eran a su vez, los mismos hombrecitos héroes de la Patria: TodOs deseando ser Bernardo O´Higgins o Arturo Prat.
Ese desprecio y odio me llevaron a intentar Asujetarme, es decir, volverme un AsujetadO, dado que buscaba transformarme en ese Hombre, un Sujeto en definitiva, niña. Pero no logré ser El Sujeto, así como tampoco mi primo consiguió encarnar en sí al Hombre de Viña Centro, que cuando pidió rebaja para otras zapatillas Nike con luces le dijeron que él no era ese Hombre Conquistador, y por lo tanto, tampoco Héroe de la Patria, que aunque se vuelva Matria, no dejará de ser Patria sabí.

Me herí tanto, ñaña, tanto tanto… Porque eso nos provoca este Patriarcado pues. No es abstracto mi wawita, es concreto, cotidiano. No hay vida en el Patriarcado, solo muerte, porque es autofagocitante, o sea, autodestructivo que le dicen. Y entonces, transodio internalizado, misoginia internalizada y así y así. Y así mismito también, en la vía de la auto-herida, que yo creo, es una Profunda Herida Colonial, que nos cruza a todxs, me encontré con otrxs seres tan dañadxs como yo. No hizo falta palabra, lo supimos y supimos también que cada abrazo dado hasta hoy, aunque muchas veces sea virtual, nos sigue curando heridas. El apapacho es tan político, niña. Esa ternura en un mundo cruel, es tan regia, hace tan bonito. No es solo el Trump de allá afuera, wawita. Es el propio que habita en nosotrxs y nos lleva a la autodestrucción así como a la de otrxs. El Patriarcado y por ende, la crueldad, no están solo allá afuera, están por sobre todo inscritos en nuestro (no) ser. Reconocer nuestros orígenes mediante la memoria histórica situada, nos puede llevar a despatriarcalizarnos en un nivel tan profundo que nos sane

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