martes, 25 de agosto de 2020

Existencias No Binarixs, “Pauta Libre y la derrota de Jaime Guzmán. Texto para ciberpalabreo viernes 21/08/2020

 



Desde hace un tiempo, he estado asistiendo a comprar el pan a una panadería del sector de Echaurren, lugar que habito en los tiempos actuales. Viviendo ahí, en Cordillera que dicen, no es na Cordillera sino que Pre-Cordillera, como me comentaba el Alonso el otro día que le llamaban al sector que habitamos algunxs. Ahí, en las faldas del cerro, porque para mí, no es una sola falda, son múltiples que bailan en el viento de un Valparaíso recorrido por milicos y gente que habla de los milicos que dicen habla de la gente que hablan de los milicos.

Una de las razones para asistir a esta panadería, son sus bolsas de papel. Son tres tamaños que una puede elegir. Yo elijo el de tamaño medio. Allí llega mi pan. La última vez que fui, eso sí, no usé las pinzas; es que no las encontré y no quise molestar, como cuando era chica y no me movía para no molestar. Pero dispuse el pan en la bolsa de papel… Ay, su textura, su sonido a ratos quebradizo que adorna mi ruta por el sector, para obviar que más allá aguardan los milicos sedientos de ejercer una nueva humillación.

Son tan lindas: son simples, unicolores. Entonces, ¡cuánta belleza! Así las he ido arrumbando en el librero de mi pieza. Las faldas del cerro que habito, se mueven y yo con ellas. Así, en mi mente se levanta la idea de faldas de papel, una que sean muchas, muchas que se bifurquen y develen que el camino de la rigidez: ése que nos enseñado e impuesto, es un camino a través del cual no podría existir cauce de río, agua… agua. Es decir, no podría desarrollarse vida. En la rigidez no pueden bailar las faldas. Yo pensé en faldas de papel, un collage que de cuenta de un desbarajuste, de un caos, de un bosque que, como tal, es caótico. Una rebeldía que nos aleja del monocultivo, de ese Mundo del Uno, de aquella costilla de Adán, de esx otrx que se niega.

Estas faldas que no ondean como bandera chilena, porque no es que habiten Chile, habitan la ruptura de una falda que son muchas. Allí, en la pre-cordillera del Cordillera, allí observo reflejos de flujos otrxs, como dirían lxs zapatistas, otroas. Allí observo, percibo, así como en mí, que me muevo con los coqueteos del tomate, con el baile de la palta que me invita al goce. Allí, cual faldas, aquellas existencias no binarias. Primero, creo, niña, es tan importante hablar de las existencias:

Recuerdo a una chiquilla, la Javi. Allá por el 2017, estábamos desarrollando una serie de reuniones, varias virtuales, porque no todxs habitábamos la misma zona geográfica. En pos de levantar un Encuentro Trans No Binarix que, finalmente, se pudo desarrollar a fines de octubre de aquel año. Mientras estábamos dialogando sobre las cuestiones relativas al Encuentro, la Javi muestra cómo estaba creciendo su cabello. Para ella era tan relevante y, de pronto, para el resto de nosotrxs también lo era.

La Javi se nos colaba por todos nuestros sentidos, en cada baile de ese cabello, en cada detalle de aquel cabello que se avizoraba fuerte, movedizo… Allí. La Javi, a quien aún seguimos conociendo como Javi, existió, existe. Comprendí que el Encuentro que estábamos intentando levantar, para mí, me ubicaba frente al espejo. Existí en ese momento con Javi. Porque no se trataba solamente de sus cabellos, eran todos nuestros cabellos. Las ansias de tenerlos largos, a lo cual posteriormente, invadía la tristeza cuando los cortaban… ese pelo de la Javi nos hacía existir, existimos de múltiples maneras, durante las reuniones, durante el encuentro y también, post Encuentro.

Es tan importante existir, para quienes hemos debido inventar palabras para existir, diría, para existir-nos, existir-nos junto a otrxs, con otrxs, en otrxs. Siendo existencias, muchas, que están siendo no binarias. Porque ante la imposibilidad de encontrar palabras en el imaginario dominante, impuesto y profundamente violento: excluye, invisibiliza… Mientras las creatividades de las existencias otras se inventan alguna palabrita, algún sentir… por ahora, está lo no binarix. Pero así con x y en plural. Porque incertidumbre, porque fluyen.

¿Y aquello de lo no binarix o existencias no binarixs Qué implica? Pues, incertidumbre, No sabemos en rigor. Porque fluyen, fluyen, y son en sí fluidos, más que el proyecto inacabado que busca tener una culminación. Es un desafío a esta Modernidad, que ya dijeron por ahí, su historia empieza y acaba con Europa. En estas existencias No Binarixs, La Europa se desgrana, es arena que se pierde entre los dedos, en su propio descompuesto olvido. Europa se muere, y se lleva consigo, agonizantes, a los binarismos… rígidos y excluyentes binarismos que se parapetan tras sus propios muros del Mundo del Uno. Van brotando las existencias no binarixs, tensionando y poniendo contra las cuerdas al Pensamiento Binario, a la existencia que es una sola, porque es del Mundo del Uno. Es un binario que excluye lo que no sea y curiosamente, corta, con su cuchillo, su propio cuello.

En estos tiempos, brota vida. Faldas muchas bailando entre ellas, las de la pre-cordillera y junto a otras y otroas y otroes y otrxs. Brota energía, brotan creatividades. De seguro, muchxs de ustedes deben estar retomando sus acuarelas, sus poemas y canciones inconclusos, sus fanzines, etc. Yo bailo con y en las faldas de la Pre-Cordillera. Estas creatividades que pugnan por salir a la superficie, se manifiestan por todas las grietas de este mundo que se viene abajo, porque su rigidez de milico, lo agrieta con su propia rigidez.

Se expresa en todos los rincones, en todos los aspectos. Surge aquí, en este contexto: “Pauta Libre”, el programa político de aquel pequeño Canal, llamado la Red, cuyo dueño mexicano, dicen que lava dinero, pero bueno… detalles, de ciertas cosas mejor no hablemos, aaawwww. Mientras en Canal 13 se reestrena “A esta hora se improvisa”, un programa de los sesenta y setenta, con la conducción de Nicolás Vergara, un verdadero militante Udi, aunque dicen que más a la derecha de la Udi, un militante por el rechazo, quien recibe un panel que se conforma con el cuoteo de Libertad y Desarrollo, como una expresión más de cómo la derecha fáctica se ha tomado el canal de Andrónico Luksic, cuyo hijo, Max Luksic. Un gran o mal negociador, dependiendo de la perspectiva.

La Red por su parte, con Pauta Libre, ha tomado el guante de las tensiones, críticas, hacia una televisión siempre en favor de la derecha oligárquica, desprestigiada como toda la institucionalidad, que no aguanta más. Sin embargo, lo hace dentro de un binarismo que es por lo tanto, dicotómico: se hace parte del Apruebo. Será el programa del Apruebo, frente al Rechazo. La revuelta, en términos mediáticos, insiste en ser atrapada desde la decodificación binaria. Una dicotomía ficticia, porque el Patriarcado lo hizo de nuevo, un Patriarcado que edifica narrativas una y otra vez. El Patriarcado de la romantización, el Patriarcado de la idealización.

Sin embargo, y aunque sus rostros sean Mirna Schindler, Mónica González, Alejandra Matus y José Antonio Neme rostros de una exasperante socialdemocracia. Hay que señalar que se trata tres mujeres y un homosexual. Lo que en términos simbólicos, no deja de dar guiños hacia una calle embravecida, solo sostenida por la camisa de fuerza pandémica. Sé que son profundamente, rostros socialdemócratas, pero no son en ningún caso, “A esta hora se improvisa.”

Ante el derrumbe cada vez más altisonante de todo este mundo de miserias, es que los patriarcas capitalistas, genocidas, insisten en parapetarse. Resucita Jaime Guzmán con A esta hora se improvisa, pero solo para atestiguar su más dolorosa derrota. No es que sea el llamado modelo que cae, es que las grietas dan cuenta de heridas aún más profundas, que requerirán un tratamiento aún más profundo.

Ese Mundo de una única posibilidad, representado por Guzmán, se agrieta, se está cayendo. ¿Es lo no binario una nueva especie de sujeto revolucionario? No, lo no binario, o las existencias no binarias, no son garantía de absolutamente nada. Ninguna identidad o no identidad en sí, lo es. Es iluso el pensarlo, pero entiendo la necesidad de encontrar constantemente sujetos revolucionarios. Y es que, comprender las existencias no binarias solo como una estética, solo como cuerpos, solo como identidades es quedarse en la superficie.

Lo que se plantea frente a este mundo de Jaime Guzmán, ese mundo de la rigidez, del Uno, de lo que no flamea con los vientos cordilleranos y se muere con el veneno de su propia agua estancada, es que las existencias no binarias, son esx monstrux que nos dice, nos notifica, nos avisa, nos advierte que la profundidad de estos cambios, requieren de una profundidad de reflexión interior, de cada cual, en conjunto con otrx. En tal sentido, esa advertencia, nos da cuenta que no solo puede ser no binaria una identidad, sino que nuestras maneras de aproximarnos al mundo y estar siendo y estar estando en el mundo. Si lo no binario es solo identidad sexo-genérica,  sin lograr dar cuenta de la potencialidad de su propuesta como existencias, como una existencia no binaria corpoterritorialidad: una fluidez en consonancia con plantas, con vibraciones otras, con sentidos otros. Entonces, la potencialidad se extravía… lejos…

Que la dicotomía de la rigidez de cualquier Jaime Guzmán interno, de paso a la fluidez no seguir con dos polos. Porque no se trata de Apruebo o Rechazo, se trata de los mundos que deseamos construir o seguir construyendo. Sentir, pensar, sentipensar sin binarismos, sin las dicotomías excluyentes, sin la ética de la guerra, es una potencialidad que nos están mostrando las existencias no binarias.


Monstrux: aproximaciones para problematizar nuestras prácticas políticas. Texto presentado en primera sesión de Olla Común Constituyente.

 

Existen las más diversas explicaciones, definiciones, aproximaciones, etc. Respecto de lo que implicaría ser eso llamado monstruo: desde que atenta contra la naturaleza, por ende contra el Dios cristiano y todo lo vivo, hasta que es parte del orden natural de la cosas, bajo la figura de la excepción a la regla. De rechazados a portentos. Por lo tanto, desde mi perspectiva, su entendimiento y aproximación son contextuales, dependiendo así, de la época y lugar en los cuales nos haya tocado vivir.

En los tiempos actuales, en este lugar llamado Estado Nación Chile: se equipara monstruo a lo anormal que debe ser castigado, dado que, al parecer, los jueces del comportamiento social establecen que lo monstruoso, en cuanto anormal, resulta del todo imposible de corregir para volverlo… normal. Particularmente con los lamentables casos recientes de Antonia Barra y Ámbar Cornejo, el monstruo como significado de esa peligrosa anormalidad vuelve a ponerse en la palestra. Una que refleja lo que muy bien Foucault nos explicó respecto de la normalización, un proceso que dictaminaría qué sería lo normal y lo anormal. Es decir, qué sería correcto y lo incorrecto. Una verdad que debía imponerse sobre la peligrosa mentira que escapaba de lo que se debía ser.

Así, el violador de Antonia, Martin Pradenas y Hugo Bustamante, han sido caracterizados como verdaderos monstruos, lo que para alguien como yo, representa una gran preocupación. Pues los monstruos, en este sistema mundo de la Modernidad, una que es Patriarcal y Colonial, han y por qué no decirlo, hemos sido excluídxs, por la frágil normalidad que se ve amenazada por nuestra presencia.

Quisiera señalar inmediatamente lo siguiente: Martín Pradenas, Hugo Bustamante no son monstruos son hombres cis, heterosexuales. Pradenas, además, de una familia acomodada. Y por sobre todo, normales. Pues tal como lo plantea Leonor Silvestri, la violación no es la excepción, es la regla. Tendría que decir, para ser más precisa al referirme a ambos casos: la misoginia no es la excepción, es la regla. No es el momento, por ahora, para profundizar en aquello. Pero desde ya me gustaría hacer la invitación a cuestionar esta misoginia internalizada que tal vez, no nos haga violar o matar a mujeres, pero sí nos hace despreciarlas, querer protegerlas, porque son tan frágiles que no pueden defenderse por sí mismas. Al desear alejarlas de todo peligro,  tal vez, nosotrxs mismxs seamos un peligro.

Y como sé que suele de inmediato argüirse que no todos los hombres son como Martín Pradenas, por ejemplo. Yo digo, hagamos un ejercicio de honestidad: ¿cómo se llama cuando no se quiere intimar con alguien y de algún modo, te hace sentir comprometida a hacerlo? Díganme: ¿a quién no le ha pasado? . Entonces, no es Martín, no es Hugo a quienes debemos dirigir nuestros ojos de jueces de la buena conciencia... al menos, no desde el ser juez, ni tampoco mantener una preocupación exclusiva en estos seres, sino que principalmente, preguntarnos sobre nosotrxs mismxs. Pues, no solo los hombres violan…

Entonces, llamarles monstruos a estos seres, refuerza que existe lo correcto y lo incorrecto. Y no hemos reparado que este mundo que nos tocó habitar no ha dialogado lo correcto y menos lo incorrecto, lo ha impuesto. Les formulo otra pregunta: ¿existen leyes consensuadas? Digo, en el más amplio sentido y repito la pregunta: ¿existen leyes consensuadas? A lo que agrego, ¿cuál es la retórica de valor para los consensos?

Siguiendo esta línea, lo correcto es impuesto: ¿Por quién? Podríamos resumirlo en el siguiente concepto: por la cultura hegemónica. Es decir, aquella que puede enunciarse realmente, porque existe, le vemos, le percibimos, desde abajo, creyéndonos parte de ella. Y a la vez, esta cultura hegemónica puede fundar. ¿Fundar qué cosas? Un Orden Simbólico, y en consecuencia, una materialidad que a su vez refuerza este Orden Simbólico. Uno, que al decir de las feministas radicales de la diferencia: es más bien, un Desorden Simbólico Patriarcal, porque al nombrarnos con sus categorías, nos invisibilizamos; al nombrarnos con sus categorías, nos borramos.

En él, la monstruosidad es esa peligrosa excepción a la regla -no consensos- a la regla, a esa verticalidad impuesta, aunque se disfrace de una curiosa representatividad. Pregunto: ¿cómo nombrar si al hacerlo me borro? ¿Cuál representación tendré, si cuando me ven, no me perciben? Porque, de igual modo, no toda la gente puede ver literalmente ¿Me perciben si inmediatamente asumirán que vivo en un cuerpo equivocado y obviamente deseo convertirme en una mujer? Me pregunto además: ¿en cuál mujer? Hasta donde yo entiendo hay diversas formas de habitar el ser o estar siendo mujer.

En esta imposibilidad de nombrarse, porque existe una imposibilidad de existir, creo que hay un camino para resquebrajar ese Desorden Simbólico Patriarcal que nos determina y constriñe. Aquí, es que llega lo monstruoso. Aquí es cuando este monstruo irrumpe, poniendo en tensión, por lo tanto, a la normalidad.

Este monstruo, será monstrux, con x. Primero, porque eso llamado monstrux, no sabemos qué es, aunque pretenciosamente, algunos asumirán de manera arbitraria y afirmarán que saben qué es. Pero si esx monstrux no habla desde este Desorden Simbólico Hegemónico, entonces, se mantiene en una incógnita. Abre la temida incertidumbre.

Estx monstrux puede operar -al menos- en dos dimensiones: Por una parte, se muestra y por la otra, les muestra al resto. Es, por decirlo así, una especie de espejo que podríamos caracterizar como deformado, respecto de la normalización que sería la forma correcta. Al mostrarse y los otros no saber qué es realmente, entonces, hay incertidumbre, porque se conecta con la otra dimensión de este monstruo con x: muestra a otros. Usualmente,  una herida. ¿Quién, realmente, está con la disposición de enfrentarse a la herida? Una que si bien no es originada por cada uno, si cada cual, puede llegar a empeorarla. Hacerse cargo de la autodestrucción, lo sé, no es ni será fácil, pero ahí está esx monstrux con X que nos invita a…

En segundo lugar, la X expresa una incertidumbre respecto a la cantidad, que se lleva a la eventual S con ella. ¿Por qué asumir que lx monstrux es uno? Monstrux con X es un fanzine, un collage. Se conforma de partes irregulares entre sí, que se adhieren no del todo, es por lo mismo, estridente. Por eso una monstruosa no puede pasar desapercibida. La invitación desde la perspectiva presentada ahora para ustedes, es comprendernos siendo todxs a la vez. Una x que hable de dos, de cien, de miles, de cinco, de diez. Un existir que al existir se camufla en sí, porque este Desorden Simbólico Patriarcal no puede decodificar la disrupción más allá de la moral de lo correcto y lo incorrecto. He aquí, por lo tanto, una ventaja. Al menos, una que les invito a ustedes a percibir. ¿O seguiremos intentando, al decir de Audre Lorde, desmontar la Casa del Amo con las herramientas del Amo?

Una colectividad que nos haga actuar en bandada, sin innecesarios liderazgos, porque esa fórmula es parte del mundo que está cayendo, o es que acaso, ¿No estamos leyendo que desde el 2011 se abrió un nuevo ciclo social/político que ha venido expresando la deslegitimación de la institucionalidad? Una misma institucionalidad destinada a frenar el clamor popular.

Al respecto, honestamente, les pregunto: ¿seguiremos repitiendo que la idea del plebiscito se instala desde la calle? Personalmente, no podría avalar la constitución del Dictador, claramente, no soy partidaria del Rechazo, pero exijo honestidad, porque sin honestidad: ¿cómo podemos seguir confiando lx unx en lx otrx?

En mi lectura, el plebiscito fue una salida institucional, por arriba, entre los partidos del régimen, dentro del cual incluyo a la socialdemocracia más joven que más han perdido minutos en explicar por qué votaron y no votaron por tal o cuáles indicaciones de tal o cual ley profundamente represiva, en vez de desarrollar un rol impugnador de la corrupción del Poder. Leyes que, sabemos no perjudicarán Ni a los Larraín, ni los Matte, ni los Luksic. Porque las cárceles tienen sello de clase y de raza.

Por cierto, que debe terminarse la Constitución de la Dictadura, por supuesto que sí. Solo en lo simbólico, ya es muy relevante. Pero invito a la transparencia.

Desde este habitarse y estar siendo monstrux, así con x, en tercer punto, se plantea y nos plantea dejar de intentar desmontar la Casa del Amo con las herramientas del Amo. ¿La razón? Curiosamente, la x. ¿Cómo pronunciarla sin transformarla en g o en j? ¿Cómo pronunciarla asumiendo su explosividad? Pues creo que así: que explote, que remezca, que nos remezca.

Los defensores de la RAE, apelan a ésta para plantear que no puede usarse la e como un sufijo que exprese un género neutro, obviando que hablamos como hablamos por una imposición sangrienta de hace más de 500 años, llamada Colonización, que nos instaló este pensamiento binario que se alimenta de dicotomías, sin lograr dar cuenta de los maravillosos intersticios y cruces que habitamos y nos habitan, sin lograr develar las maravillosas complejidades de las pluralidades.

El suyo, este Desorden Simbólico Patriarcal, es el Mundo del Uno, es el Adán que pretende siempre sacarnos de su costilla. La X, ese error el cual reportaba María Olivia Monckeberg quería decir aquel símbolo en las antiguas máquinas de escribir, es una posibilidad de abrir otros caminos, nuevas y plurales aventuras que apunten a algo más que el Plebiscito, que nos hagan construir mundos otros. Como dicen los, las, otroas zapatistas, por un mundo donde quepan muchos mundos.

No nos transformemos, en su costilla, no seamos el falso dos en el Mundo del Uno. No validemos su asesina normalidad, pues como gritan las paredes de las calles, el problema es la normalidad. Porque el problema no es solo Jaime Guzmán o Sebastián Piñera, somos nosotrxs, con nuestros propios Jaimes Guzmanes y Sebastianes Piñeras, que ahí aguardan a tomarse el Poder: ¿Y para qué? Realmente, ¿para qué?


martes, 30 de junio de 2020

Entre AsujetadO, políticas burocráticas y potencialidades en la común unidad. Texto para Agrupación Abierta



Cuando yo era un niñO de unos nueve años, creo, mis primos -entre dos y tres años mayores que yo-, junto a sus amigos del colegio, solían molestar a una compañera suya y a su hermano, un año menor que yo, porque decían que tenían "cara de monstruo". Recuerdo a uno de mis primos lazándole escupos al cabello de la muchacha durante los recreos, con la complicidad de sus amigos y claro, la mía.

Un día, al salir de clases, mis primos nos llamaron a todos: a sus amigos y a mí, para iniciar una persecución en contra de esta niña y su hermano. Yo sabía que no podía negarme por dos razones: primero, porque yo debía regresar a la casa en compañía de ellos, o arriesgaba un reto importante por parte de mi mamá y papá, así como por parte de toda la familia. Y segundo, porque de no hacerlo, habría sido un gesto de cobardía, y un... niñito hombre cobarde en una familia, de la cual, dos primos llegarían a pasar por la marina más adelante… pues era complejo, niña.

Mientras corríamos por la calle gritándoles "monstruo culiáo" (se englobaba a hermana y hermano), sentía un profundo terror. Le pedía a dios que nuestras víctimas escaparan. Ideé hacerles zancadillas a mis primos, empujarles, en fin, sentipensé taaaanto, pero seguí con el plan para sobrevivir.
Llegamos hasta un pasaje de tantos en el Cerro Barón. Me perdí cuando se había iniciado el "círculo del escupo". En medio de mi necesidad por llorar, recordé a la Thalía en Marimar, María Mercedes, María la del Barrio, y me pregunté: ¿qué haría la Thalía? ¿Y si tú fueras ella? ¡¿Si tú fueras ella?!
Me fui con la Thalía, y caminé y caminé y caminé y caminé. Si yo fuera la Thalía...

Con el tiempo, cuando me atrevo a recordar este horror, veo a ese hombre que me niego a ser. El cual, siguiendo a Aristóteles, el padre del Hombre de la Modernidad, es varón, adulto y amo. Es decir, androcéntrico, porque viene del Andros ateniense. ¿Quiénes podían votar? Je. Así lo repitieron los peninsulares que invadieron estas tierras y así lo han repetido todos aquellos seres, dentro de los cuales estaban mis primos y sus amigos.

En ese sentido, ser una negación del hombre, en realidad no es serlo. Me refiero a que no se es, o al menos, yo no lo concibo de esa manera. He aprendido a percibirme a mí misma como en un estar siendo. Tendría que decir, sin embargo, dos cosas: una, que la identidad, para mí es una transhumancia, no es fija, hoy por ejemplo, soy señora antropóloga que toma té a las cinco y media de la tarde, porque le gusta conversar con un sol en los tiempos previos a su retirada. Y lo segundo, yo me negué a volver a replicar la crueldad del Hombre en cuanto Sujeto Histórico, y cuya imitación la entiendo como EL AsujetadO. Así, en mayúscula el artículo, y el prefijo “a” y el sufijo “o” como marcador de género, pues nadie que no llegue a ser parte de la elite podrá ser un hombre aunque sea su objetivo central (EL), la A se lo niega, le dice que no es sujeto, y a la O no llega nada más que una pobre imitación. Triste...

Debo mencionar, niña que esta construcción del AsujetadO, un pobre y triste ser que no es, es decir habita la zona del No Ser, no existe, en cuanto no sabe de dónde viene, en cuanto se ha desconectado de sus orígenes previos al proceso de la colonización, la cual se inicia a partir del 12 de octubre de 1492. Porque a mí, esa cosa de lo universal, no solo no me gusta, sino que es precisamente el epítome de lo colonial. El Sujeto, en cuanto Androcéntrico, es Universal. Se ponen al centro su narcisismo, su ego que se desborda, destruyendo a otrxs. El AsujetadO desea esto y se destruye a sí mismo, autofagocitándose en su propio narcisismo.

Una colonización que ciertamente, opera en el ámbito de nuestras vinculaciones socio-políticas -lo personal es político, dicen-. Pues, lo que se interrumpe con la Conquista-Colonización es la política y formas de construir espacios situados, -más que sistema mundo-que podríamos aproximar como lo comunitario; es decir: comunalidad que viene de la común unidad. Una unidad construida sobre la complementariedad: la integración de lo que ahora llamamos los polos masculinos y femeninos. Una complementariedad muy bien representada en lo que los conquistadores/colonizadores definieron arbitrariamente como andrógino o travestido, pero que bien se ha precisado, tenían nombres muy diferentes según el territorio y comunidad que habitaban. Así por ejemplo, existían machi weye en el pueblo mapuche. Seres que podían mantener ese equilibrio, y por cierto, la conexión entre este mundo terrenal y otras existencias.

A causa de la persecución y masacre colonial que implicó la evangelización, seres como estxs, fueron condenadxs a desaparecer. Aunque no del todo, y por eso, a mí muy me gusta entender esta operación política como un intento de borradura, más que una borradura histórica acabada; al menos, no sin precisar contextos. Pienso, niña: si se busca en los libros de historia en el colegio no están, pero sí en relatos orales, sí también en cuerpos ahora, por así decir, transculturizados y permeados por la cultura occidental, impuesta con violencia brutal. Quizá ya no seamos machi weye, pero sí maricones, sí travestis, sí huequitos, etc.

El punto, wawita, es que con esta operación política que terminó por prácticamente terminar el rol relevante de estxs seres para sus comunidades, permitió arrasar con lo que desde nuestros ojitos colonizados, sería una política comunitaria, pues lo que se destruye es este ser comunidad, en donde la unidad encarnada en los arbitrariamente llamados andróginos, así como putos, sodomitas, etc. Era fundamental, dado que era la unidad de lo que ahora comprendemos como femenino y masculino, un puentecito para evitar lo que somos en la actualidad: polos opuestos excluyentes, dicotomías que rigen nuestras existencias. Quizá, agrego, niña, ésta es una razón, pues también hay que plantear otras como la violación de las mujeres, la aniquilación de lo que nosotras, full colonizadas occidentales, interpretamos como “líderes” de la comunidad, y la destrucción de sus símbolos más importantes. Claro, en este último punto podría incluirse lo así llamado andrógino, pero creo que hay que ser muy específica y digo: lo andrógino, travestidx, puto, machi weye, corasca, etc. Era realmente importante.
Entonces, ¿con qué se cambia la política comunitaria o las formas comunitarias? Pues con una política burocrática. Mientras la primera era y continúa siendo directa, simple, tipo: “vecinx, tiene cebolla? -Sí, vecinx”, la cual se evidencia con esta serie de ollas comunes realizadas en los territorios, durante estos tiempos pandémicos, pero que ya a partir de la revuelta de octubre, se volvieron a implementar como un punto, no solo de alimentación, sino que de encuentro de seres y sentipensares varios. La segunda, por su parte, es piramidal, jerárquica, enrevesada. Imagínate, niña: para el ingreso mínimo garantizado, se requiere de varias discusiones en el Parlamento, sin ninguna participación de lo que entendemos como ciudadanía. La política burocrática nos despotencia, nos aleja de generar por nosotrxs mismxs, los cambios que realmente necesitamos. En definitiva, decidir qué vida queremos vivir.

En este punto es que me parece estamos. Porque este punto, es precisamente, lo que está en tensión. Distintas voces concuerdan que a partir del 2011, se inicia un nuevo ciclo político, marcado por la paulatina desligitimación de la institucionalidad y de lo que hemos aprendido es la autoridad. El cual no solo acontece en el Estado-Nación Chile, sino que a nivel global. La política burocrática necesita de la institucionalidad, ésta cumple un rol fundamental para la contención de la calle. Sin esta institucionalidad se viene al suelo como ya ha ocurrido, entonces la calle ya no puede ser contenida. Esto implica crisis, entendiéndola como un nuevo comienzo. Entonces, cuando se habla de cuestionamiento del modelo, yo no lo entiendo solamente como un cuestionamiento al Capitalismo, es rasgar para llegar a nuestro propio Patriarcado Colonial/Occidental. Es volver a darnos cuenta que la política burocrática es una mera ficción, una narrativa con una impuesta retórica de valor por parte de las élites gobernantes. Es volver a conectarnos y brindarle retórica de valor a lo comunitario, es decir a la común unidad, a ser nuestrxs propixs machi weye, nuestrxs propixs andróginx, conectarnos con la complementariedad. No digo, con esto, literalmente serlo, porque creo que somos hijxs de nuestros tiempos. Unos en donde, lo comunitario vuelve a ponerse sobre la palestra.

¿Les ha pasado, chiquilles que solían entrar en relaciones sexo-afectivas, porque se sentían solxs? ¿Qué hay ahí? Creo que es estar desconectadx de la común unidad, de una propia complementariedad. Desde esa  común unidad, comprender que la política burocrática no es necesaria, por el contrario, es una trampa que nos ha tenido, pidiéndole peras al olmo de la CUT, y menos si en los tiempos actuales la preside el PC, que al formar parte de la Nueva Mayoría, le permitió a la ex Concertación, sortear más o menos favorablemente a la calle, sobre todo si ya habíamos hecho ingreso a este nuevo ciclo político que anunciaba el cambio de paradigma que ahora lo percibimos con mucha claridad, creo.

El ejercicio directo de las ollas comunes, nos permite alimentarnos, encontrarnos. Esto abre la puerta a cuestionarse que el pacto social que erige al Estado, figura máxima de la burocracia y toda forma tradicionalmente impuesta de vivir ya no va más: ¿cómo somos capaces de solucionar a la situación laboral que trae aparejadas cuestiones como la posibilidad de la vivienda, o de comer? Si continuamos con estos ejercicios comunitarios, si seguimos robusteciendo espacios como las asambleas, cuestiones tan sensibles como las mencionadas pueden tener soluciones plurales. Si se logra levantar un circuito de economía barrial, por ejemplo, en donde lo que opere sea el intercambio: ¿es necesario el dinero para comer? ¿Si nos dedicamos a construir huertas no solo en nuestras casas, si contamos con regio patio para eso, sino que por sobre todo, ahí, en la calle que es nuestra, porque es nuestro barrio, abasteciéndonos con ello, de alimentos propios, se necesita dinero para comer?
Para la vivienda, ¿por qué pagar por vivienda? Si robustecemos lo comunitario, si cambiamos la lógica que nuestras casas son espacios cerrados, no se necesitará volveré a trabajarle al empresario para tener dinero con el cual pagar arriendos, probablemente, no requiramos de dinero para aquello tampoco.

Control territorial comunitario, es lo que sueño, es lo que me da energía de solo pensar que es éste un momento propicio. Porque es ése un encuentro con estos territorios antes de la Conquista/Colonización, mediante el cuestionamiento a la supuesta necesidad de dinero, y con ello al trabajo obligatorio para subsistir…

El mundo no se acabará, la tierra no dejará de brotar. La única crisis alimentaria con la pandemia, es la crisis alimentaria que han sufrido una serie de seres marginadxs del sistema mundo patriarcal, colonial, moderno y que se profundizará, porque así lo desean las élites, desde su modelo, que ya sabemos, no es el único. Es decir, otra ficción más del Patriarcado Capitalista, Colonial y Occidental, niña. Si nos extinguimos, el planeta continuará.

Por ello, aquí agrego lo último para muy regiamente despedirme: cuando el cuestionamiento es al Patriarcado Colonial , es que tiene que ponerse en tensión nuestra existencia con visión antropocéntrica. No creo que haya que cambiar este sistema mundo de crueldad por otro de diferente crueldad. Tiene que haber, desde mi perspectiva un cuestionamiento a cómo nos relacionamos con eso que llamamos naturaleza, y en consecuencia, todo lo vivo. Porque yo creo que nosotrxs somos naturaleza y nuestras vidas no son más importantes que la vida de animales, plantas, ríos, etc.

Por ello, con la reconexión a la común unidad, me refiero a que es un reencuentro profundo que nos haga entender que no somos centro de nada, eso sería volver a ser un nuevo tipo de Sujeto Androcéntrico, sino que somos una parte más de este planeta que habitamos. Implica, lo que está de moda: deconstruirse, o aunque como me gusta más a mí decir: destruirse para devenir hacia tantas posibilidades, en donde el Patriarcado y por ende, el androcentrismo, el sexismo, la misoginia, el transodio y crueldades varias, no son opción, porque nos capturan y nos hacen burlarnos del lenguaje inclusivo sin caer en cuenta que hablamos una lengua del colonizador como seres muy obedientes.
Todo lo que imaginemos es posible, cabres. Que el escenario que nos presentan como terrible, sepamos, lo es para ellOs, que están aterrados contemplando cómo se les tambalea el modelo y su existencia toda.  Para quienes vayamos por los otros lados de sentipensares varios, se abre la puerta a nuevas formas de habitar y de habitarnos.

Salud, que le dicen. Salude para que moleste. Saludx para que irrite.

¿Quién soy? ¿Quién eres? ¿Quiénes somos? Breve texto para asamblea El Descanso


Ay, niña, yo creo que en este contexto pandémico, pero por sobre todo, profunda y dolorosamente patriarcal y con ello, saqueadoramente capitalista, y asesinamente heterosexual, se vuelve muy necesaria desarrollar o continuar desarrollando nuestra capacidad de cuestionarnos quiénes somos a propósito de dónde venimos. Quizá y solo quizá, podamos descubrir que el problema no es solo la elite explotadora, saqueadora y asesina de todo lo existente, sino que nosotrxs mismxs. Es necesario reconocer ese ego y el narcisismo del sistema mundo patriarcal colonial moderno, que se instaura en nosotrxs en la medida que crece o se mantiene nuestro deseo y necesidad de ser como ese Conquistador, Invasor y Saqueador que llegó a arrasar estas tierras, a partir del 12 de octubre de 1492.

Yo, niña, no sé si lo que había antes aquí era, como dice la gente, mejor que lo existente ahora, lo que sí sé es como me dijo mi amiga Lía, éste es tu presente y en éste, hay Patriarcado, capitalismo, heterosexualidad obligatoria, racismo, y cuánta otra cosa. En este presente me recuerdo necesitando ser como todos esos niños bien hombrecitos de mi escuela. Cuando supe que definitivamente no podría, me desprecié y me odié y odié a quienes no eran esos hombrecitos que eran a su vez, los mismos hombrecitos héroes de la Patria: TodOs deseando ser Bernardo O´Higgins o Arturo Prat.
Ese desprecio y odio me llevaron a intentar Asujetarme, es decir, volverme un AsujetadO, dado que buscaba transformarme en ese Hombre, un Sujeto en definitiva, niña. Pero no logré ser El Sujeto, así como tampoco mi primo consiguió encarnar en sí al Hombre de Viña Centro, que cuando pidió rebaja para otras zapatillas Nike con luces le dijeron que él no era ese Hombre Conquistador, y por lo tanto, tampoco Héroe de la Patria, que aunque se vuelva Matria, no dejará de ser Patria sabí.

Me herí tanto, ñaña, tanto tanto… Porque eso nos provoca este Patriarcado pues. No es abstracto mi wawita, es concreto, cotidiano. No hay vida en el Patriarcado, solo muerte, porque es autofagocitante, o sea, autodestructivo que le dicen. Y entonces, transodio internalizado, misoginia internalizada y así y así. Y así mismito también, en la vía de la auto-herida, que yo creo, es una Profunda Herida Colonial, que nos cruza a todxs, me encontré con otrxs seres tan dañadxs como yo. No hizo falta palabra, lo supimos y supimos también que cada abrazo dado hasta hoy, aunque muchas veces sea virtual, nos sigue curando heridas. El apapacho es tan político, niña. Esa ternura en un mundo cruel, es tan regia, hace tan bonito. No es solo el Trump de allá afuera, wawita. Es el propio que habita en nosotrxs y nos lleva a la autodestrucción así como a la de otrxs. El Patriarcado y por ende, la crueldad, no están solo allá afuera, están por sobre todo inscritos en nuestro (no) ser. Reconocer nuestros orígenes mediante la memoria histórica situada, nos puede llevar a despatriarcalizarnos en un nivel tan profundo que nos sane

viernes, 28 de febrero de 2020

Breves palabras, en tono formal, para llamativos estrenos televisivos


El sábado, esperando heredar el rating del Festival, Canal Trece estrenará su programa Bailando por un Sueño, Chilevision le competirá con nueva temporada de la Divina Comida, mientras que Mega y TVN, lo harán con turcas. El domingo, por su parte, es TVN quién intentará sacar ventaja poniendo Estado Nacional en horario estelar con el invitado central: Sebastián Piñera. Canal Trece repetirá el plato con Bailando y Chilevisión traerá de regreso a Yo Soy, antecedido por el estreno de Pasapalabra Kids, que irá a las siete.

Tres comentarios y una antojadiza conclusión

Mega, el canal de líder de sintonía está en crisis, demostrando que solo se sostiene en base a teleseries, pero que salvo el fenómeno de Verdades Ocultas, el resto ya no marca sintonías de sus antecesoras. Si el canal líder tiene como gran estreno para marzo, una teleserie repetida -Señores Papis- para segunda franja del lunes es que por favor, cerremos por fuera.

Canal Trece entendió que no necesita de programas en sí, políticos declarados así por tipos como... Iván Valenzuela, con una línea editorial rayando en el fascismo, con Allamand justificando violación a los DDHH en pleno matinal, basta con el Bailando por un Sueño: farándula pura y dura disfrazada de solidaridad. Allí desfilarán las pancartas, las coreografías con un ojo tapado, con alguien del público infiltrándose y diciendo a cámara que Piñera es un asesino, etc. El verdadero programa político será el estelar de baile, podría serlo Yo Soy también, pero es difícil si se graba. Porque, aunque Mayol y Mirko Macari se deshagan en explicaciones, diciendo que ellos analizan el Festival de Viña, porque es una expresión de la realidad y no farándula, Francisca Valenzuela se vistió con palabras que para la derecha, ya eran terrorismo. Aunque poco y nada pudieron argumentar, ya habían perdido mucha saliva y tinta criticando a Kramer y Mon Laferte, acusando el golpe con Piñera y su gabinete llamando a la paz.

TVN que sobrevive gracias a Hercai, otra telenovela turca profundamente heterosexual y machista, que recibe llamaditos de Karla Rubilar, pretende emular a Tolerancia Cero con Estado Nacional, una meta en sí ya bastante miope, porque el extinto programa de Chilevisión no fue más que un Club de Toby que luego intentó dar un giro, con dos mujeres: una feminista liberal y otra de derecha, más dos hombres, uno socialdemócrata y otro de derecha nivel Hermógenes Pérez de Arce, fue menos político que el panel de SQP. Un Estado Nacional que aún no incorpora a voces de organizaciones sociales, manteniendo paneles de socialdemócratas y de derechas golpistas y liberales, con un conductor -Matías del Río- que seguro, en su rol de periodista, hará trizas a Piñera este domingo, uf, me excita solo pensarlo, uf.

La televisión ya no suma más de cincuenta-cincuenta y cinco puntos en total en horario estelar, las sintonías que se vienen no serán en lo absoluto descollantes. Lo relevante es que ninguno de los canales podrá sobrevivir a esta nueva fase de la Revuelta. Ya sea por presiones empresariales, ya sea por la masividad popular. Hasta ahora han hecho cambios, pero continúan siendo cosméticos. Este año será decisivo, porque cualquier error terminará sin más de algún auspiciador o con vidrios rotos.

domingo, 19 de enero de 2020

¿Quién es Karen Atala?


Por estos días, el nombre de Karen Atala ha estado en el ojo de la crítica, dado que en su turno del fin de semana en el séptimo Juzgado de Garantía, decidió dejar en prisión preventiva a Nicolás Ríos, el joven secuestrado por el OS9 de Carabineros, y del cual los medios lo llaman detención. El abogado de la Defensoría Popular, Lorenzo Morales, acusó a la jueza Atala de negarse a ver los registros de la detención en los que se verifican los apremios ilegítimos que recibió su representado, dejándole en prisión preventiva.

Dicen que ella, como lesbiana, que ella como activista lgbti… Y la pregunta es: ¿Quién es Karen Atala?

Jacqueline Karen Atala Riffo, nació el veinte de octubre de mil novescientos sesenta y tres. Es una abogada y jueza chilena, titulada en la Universidad de Chile. Se hizo conocida popularmente por haber demandado al Estado chileno ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, debido a que la Corte Suprema le negó la tuición de sus tres hijas, dado que convivía con su pareja lesbiana, Emma de Ramón, historiadora del arte. En la actualidad, es parte del directorio de la Fundación Iguales.
Se debe precisar que esta primera resolución de la Corte Suprema surge de una demanda presentada por el ex marido de Atala, el también abogado Jaime López, por la tuición de sus hijas menores de edad basado en su orientación sexual.

Es por esta resolución, dictada por el máximo tribunal chileno en dos mil cuatro y que, pone fin a cualquier recurso nacional, que Atala decide denunciar al Estado chileno ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por atentados graves a los Derechos Humanos de las personas, entre otros el derecho a la igualdad y la no discriminación.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos declaró admisible la denuncia en agosto de dos mil ocho. Tras años de espera, en dos mil diez se reconoce la discriminación sufrida tras ser apartada de sus hijas. Lo que origina una recomendación por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) al gobierno de Chile, que le condenó el le condenó el  veinticuatro de febrero de dos mil diez, en el caso denominado “Atala Riffo y niñas Vs. Chile”.

En la ceremonia de desagravio del gobierno a Atala, acto en el cual estuvo presente el ministro de Justicia, Teodoro Ribera; la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei; y la ministra del Sernam, Carolina Schmidt, el presidente de la Corte Suprema, Rubén Ballesteros, Karen Atala hizo uso de la palabra dando testimonio de lo que significó este proceso que terminó con la presente ceremonia.
“Fuimos vulneradas, aún cuando la Constitución dice que somos igual en derechos”, agregó la jueza, quien explicó que esto se produce porque “nuestra ley de familia se ha quedado anclada a otros paradigmas”, concluyendo que “una sociedad decente es aquella que no humilla a sus miembros”.

Cuando en el diario La Tercera, allá por el dos mil doce le preguntaron: ¿Cree que en Chile hay ciudadanos de “segunda categoría”, sin derechos? Ella respondió:

Sí, y de tercera categoría también, los transexuales. Lo que pasa es que como país nos quedamos como pegados y creemos que los DD.HH. sólo se relacionan con la vida y la integridad corporal, pero se olvidan que después del derecho a la vida vienen el derecho a la libertad y el derecho a la igualdad. Son los tres derechos humanos básicos. Nos preocupa que no nos maten, torturen o apresen, pero se nos olvida el derecho a la igualdad. Y esa igualdad jurídica es lo que estamos impulsando desde la diversidad.

Derecho, una gran palabra…

El veintiseis de diciembre del dos mil siete en la comuna de Victoria, a la altura del kilómetro seiscientos diecisiete de la Ruta 5 Sur. Según el relato de la parte acusatoria, dirigida por los fiscales Miguel Angel Velásquez y Alberto Chiffelle, un grupo indeterminado de encapuchados procedieron a obstaculizar la calzada poniente, dirección norte-sur, derribando árboles sobre la vía.

Para la edición del treinta de diciembre, del dos mil siete de El Mercurio, la Jueza Karen Atala relata, lo que titula el pasquín: aterrador ataque de grupo de mapuches armados en la Ruta Sur.

"No podía creerlo. Aquí, en el siglo XXI, estamos en plena guerrilla mapuche con el Estado chileno. Por un momento pensé que podíamos ser usados como escudos humanos. Como en la guerrilla colombiana. Pensábamos que si llegaban los carabineros podría producirse un enfrentamiento. No podíamos arrancar, porque la carretera estaba bloqueada con los troncos y frente a nuestros ojos los encapuchados quemaban el camión". Más tranquila, en su parcela de agrado de Villarrica, acompañada de su pareja Ema de Ramón, y de su hijo mayor Sergio Vera Atala, la jueza del XIV Juzgado de Santiago, Karen Atala, relató la dramática y aterradora experiencia sufrida la madrugada del miércoles último cuando un grupo armado amenazó con quemarla junto con su automóvil y sus acompañantes durante un ataque incendiario en la concesionada ruta de la Araucanía. Escribía El Mercurio.

Se agregaba el antecedente de que la magistrada intentó conversar con el grupo pero uno de ellos le apuntó una pistola en la cabeza y le amenazó con quemar el automóvil en el que viajaba junto a su pareja y su hijo sino se retiraba de lugar. «No dejó de apuntarme en la cabeza una vez que subí al auto«, declaró la jueza.

Tanto ella, como su pareja de ese entonces, Emma de Ramón, declararon en el juicio contra el inculpado por tal ataque,  el peñi Carlos Cayupe Aillapan, quien fue condenado a cinco años de cárcel sin beneficios y al pago de once UTM por el delito de incendio de un camión en la ruta cinco sur. Fue absuelto de los cargos de daños y homicidio frustrado. Emma de Ramón particularmente, reconoció a Cayupe, "por tener cara de mapuche".

En julio de dos mil once, se daba la noticia que se reabría la investigación en contra de Rodolfo Arredondo, ex periodista del Mercurio y miembro de la Orden Franciscana, acusado abusos sexuales reiterados en contra de menores de edad en La Florida.

Y es que Karen Atala había cerrado el caso en junio del dos mil once, en su calidad de jueza del Catorce Juzgado de Garantía de Santiago, Karen Atala. Decisión que provocó el que la madre de una de las víctimas le increpara, ante lo cual, según narró la mujer, Atala le habría lanzado un vaso con café. Sin embargo, el tribunal de alzada capitalino determinó que existen antecedentes más que suficientes como para que el Ministerio Público lleve adelante la indagatoria en contra de Arredondo.

Me pregunto: ¿qué se puede esperar de una persona con los antecedentes de Atala? Qué, niña, qué. No es solo lesbiana, ella es una ciudadana, y todes quienes atenten contra su condición de tal ya dejan de tener los mismos derechos, quienes no sean como ella y los suyos, tienen que desaparecer. Esa existencia lesbiana de Karen Atala, no sirve a nadie ni a nada más que al PODER.

martes, 19 de noviembre de 2019

Disidencias Sexuales y la explotación animal: Un diálogo más allá de las Europas


Ay, niña: es que hablar de disidencias sexuales y la explotación animal, pareciera tan difícil. ¿Y sabis, Claudia? Creo que no lo es. Así que aquí le voy.

Para abordar esta materia, traeré a la Rita Segato a este papel. Porque fíjate que la señora esa explica a la Modernidad (1492), como ese momento histórico en dónde el hombre se comienza a escribir en la historia, con "h" mayúscula.

¿Y esto qué tiene que ver?

Pues todo, Claudia. Y es que si antes el hombre era parte de una comunidad con varixs otrxs, ahora la cuestión es: Hombre al centro, como sujeto hegemónico y todo lo demás, en los bordes. Aquí la punta de la lana, bbs.

Igualmente, me gustaría precisar que no es el hombre a secas, sino que el representante del Andros, es decir: hombre, adulto, amo. Lo cual se traduce como un hombre de las acomodadas burguesías por así decir. Un indígena o un obrero de la construcción no son este hombre precisamente. Lo que sí, tienden a imitarlo para poder sobrevivir, a través del pacto sostenido desde 1492 que se tradujo en el llamado proceso de acriollamiento.

Y bien, esto es importante de visualizar, porque es parte de una especificidad propia de territorios que atravesaron la conquista/colonización. De ahí que yo al menos, mire con distancia y crítica al feminismo de las Europas y el gringo, pues nos ha convencido de aplicar el análisis de género sin más en los territorios del Abya Yala, sin distinción de contextos situados. Entonces, se generan conclusiones del tipo: la mujer es oprimida y el resto, discriminado, o las mujeres son las llamadas a echar abajo el Orden Patriarcal.

Y yo, perrita, digo que no y no. Porque el copy paste nos nubla, y nos hace pensar  solo en la liberación de la mujer (la mayoría habla de igualdad de derechos), y el resto de corporalidades que incluyen a les animales, que se las arreglen como puedan.

Por cierto, hablo de feminismo, pero entendiéndolo como una postura/discurso/acción antipatriarcal. O sea, sin una sujeta mujer como protagonista, porque el género es una creación de discursos foráneos, y es mucho más complejo que decir mujer y solo mujer. Por eso, que no se puede hablar de disidencias sexuales sin mencionar al feminismo, pues para mí, es un tipo de feminismo, en cuanto radical.

Como vivimos en el Abya Yala, yo creo que este diálogo entre disidencias sexuales debería darse de manera situada en el territorio al cual habitamos, con las Europas, no me voy a meter, con sus feminismos de la igualdad y queer, no me voy a meter. A mí, lo que me interesa y, creo, en donde invito a poner el ojo es aquí, wachis. Incluso, es más, también quisiera tensionar el relato del “Abya Yala”, al que no basta referirse como “territorios”, así en plural, para plantear las especificidades de las plurales comunidades que les han conformado desde los tiempos previos al brutal proceso de colonización. Porque la realidad de Lxs Incas, no es igual a lxs diaguitas.

Sin embargo, lo que sí aconteció en todas las tierras en mayor o menor medida, fue el arribo del Extractivismo, junto a la Modernidad Colonizadora. Extractivismo que ahora, funciona por y para las trasnacionales, y que gracias a la tecnología al servicio de los intereses capitalistas, tiene un.nivel de extracción mucho mayor. Sin embargo, al igual que desde 1492, los conquistadores/colonizadores (actuales capitalistas) se han dedicado a robar, a saquear y explotar la tierra, cuyas propiedades son catalogadas de recursos naturales. Reduciéndonos a cosas.

Pero, la tierra no es solo tierra, wachis. La tierra es lo que somos todes: Naturaleza (sí, incluye a Kast). Es decir, esa explotación es hacia nuestros cuerpos también. Indígenas asesinadxs por la avaricia del capital, pues por montones. Animales que hasta se han extinguido, uf! Mujeres que por mujeres son violadas, abusadas, asesinadas. Lo mismo las mariconas fuertonas. Y, en general, todas aquellas corporalidades que no sean Hombre.
Y acá es importante, Claudia y también, Leti, que nosotrxs entendamos a esta Modernidad como una fase de explotación capitalista producto de la colonización. Lo cual es el Patriarcado: propiedad privada. La tierra, con mujeres, hombres pobres e indígenas, mariconas fuertonas y animales, es de propiedad del Hombre con la "h" mayúscula. Claramente, existen violencias específicas, pero provienen de igual matriz: el Patriarcado.

Frente a esto, me parece muy conveniente dar cuenta de, básicamente, cuatro perspectivas para entender la configuración de este Patriarcado por estos territorios. Una de ellas es de María Lugones, quien establece que no existía Patriarcado, hasta antes de la llegada de los conquistadores/colonizadores. Por su parte, las feministas comunitarias de Bolivia, han venido a plantear que sí y hablan de “Entronque Patriarcal”, lo cual corresponde a un “encuentro de patriarcados”: el de los pueblos originarios y el de los europeos. En tercer lugar, aparece Rita Segato quien habla de un “Patriarcado de baja intensidad” en estos territorios y uno de “alta intensidad” proveniente desde las Europas. Finalmente, Aura Cumes ha señalado que no se puede hablar de la existencia de un patriarcado precolombino, pues esa noción, es moderna, occidental; y las especificidades de roles obedecían a otra configuración de la realidad.

Escrito lo anterior, digo ahora: La conformación de este Patriarcado pudo haber tenido diversos procesos, pero en lo medular: las violencias sobre ciertos cuerpo y sexualidades, se mantienen e intensifican.

Teniendo estas problematizaciones sobre la mesa, me interesa llegar ahora a la disidencia o disidencias sexuales, entendiéndoles como lo no heterosexual. Muy relevante me parece, porque, aunque por razones de espacio, no puedo ahondar, sí quiero mencionar que la Monique Wittig habló de régimen heterosexual, porque entendía que éste terminaba configurando una obligatoriedad de ser, de desear para seguir manteniendo al Patriarcado, el cual configuraba a la mujer (heterosexual) como servil al Hombre y por ende, al Patriarcado. Y la Adriane Rich, niña: dijo que junto al matrimonio, la heterosexualidad era una institución política del Patriarcado.

Y sí, una es francesa y la otra gringa, pero las cito, porque si a algo se dedicaron los conquistadores, fue a replicar su modelo de sociedad sobre huesos y sangre de los nuevos territorios. Para lo cual, la heterosexualidad (el término en sí es de fines del 1800) fue y ha sido un bastión del Patriarcado: de ahi la importancia del amor romántico en pos de la reproducción (la familia)

Si logramos comprender a esta heterosexualidad como régimen, no será tirao de las mechas, Claudia y Leti, el verla como reproductora y sostenedora de Capitalismo, y por ende, explotadora, opresora y asesina de animales.

Y entonces, si al hablar de disidencias sexuales, nos estamos refiriendo a lo no heterosexual, debería ser sinónimo de antipatriarcal y anticapitalista. Por lo tanto, veganx y sí, antiespecista.

Las disidencias sexuales, yo diría, tendrían que replantearse el comer cadáveres animales, porque el desprecio hacia sus cuerpos, la explotación brutal, especialmente. de las hembras que están para parir una y otra vez hasta que sus cuerpos dejan de resistir; es el mismo desprecio por la tierra, como el esclavo indígena del Patrón, como la mujer que debe ser madre, como la maricona fuertona a la cual el macho heterosexual le saquea su cuerpo, mediante la naturalización de la violencia sexual y afectiva.

El Patriarcado nos violenta y oprime de maneras específicas, pero no ver los cruces, es producto de tanta gafa del feminismo de la igualdad y del discurso neoliberal lgbti que, como el primero, está dispuesto a abrazar a la heterosexualidad, en este caso específico, vía matrimonio y adopción de niñes.

Quisiera expresar con mucha humildad y honestidad que planteo lo de la “explotación animal”, entendiéndola en el contexto de la macabra industria de la carne. Pues, para mí al menos, no es lo mismo la relación que el pueblo aymará ha mantenido con las llamas que la brutal masacre sufrida por diversas especies animales en criaderos varios.

Ciertamente, niña: no estoy planteando que no exista una visión antropocéntrica en el pueblo aymara. Es decir, no estoy en condiciones de negarlo, pero tampoco de afirmarlo, pues la construcción del sujeto de pueblo originario es distinta a la del sujeto moderno occidental que somos nosotrxs, incluso, considerando el proceso de colonización.

En este punto, muy que abro el debate, invitando a entablar diálogos, discusiones, miradas que nos permitan ir comprendiendo las pluralidades maneras de existir y habitar este mundo.

Y eso po, niña: miremos, sintamos a lxs otrxs, porque es tan fácil invisibilizar. Tal vez, porque como dice el Vicente Rucci: “cuando no te cruza la violencia, no la ves”.